El concepto de reino (palabra derivada del vocablo latino regnum) tiene atribuidos diversos significados que varían según el ámbito desde el cual sea abordada esta noción.
Se lo puede concebir, por ejemplo, como el Estado o las tierras lideradas por un rey o monarca (entendido como parte de la estructura conocida como monarquía), así como también es posible aprovecharlo en el campo de la Biología para agrupar a elementos o seres emparentados por ciertos caracteres o rasgos en común.
De buscar aplicaciones concretas de esta idea, por lo tanto, podremos hallar como referencias al reino de Dios y al reino de los cielos (expresiones propias de la religión que admiten el poder y la presencia de un Ser Supremo), además de hacer foco en el reino animal (conjunto integrado por monos, tigres, peces, osos, gatos, tortugas, rinocerontes, perros y vacas, entre otras especies), el reino vegetal (conformado por numerosas variedades de plantas) y el reino mineral (grupo integrado por azufre, diamante y rubí, entre otros elementos).
Otros ejemplos que diversifican la noción y amplían su alcance: Reino Unido, Reino de Aragón, Reino de Macedonia, reinos vikingos, Reinos Combatientes (tal como se conoció al periodo comprendido entre el siglo V a.C. y el 221 a.C. que constituye la segunda porción de la dinastía Zhou Oriental), reino protista, reinos helenísticos, Reino de Marruecos, Reino de Suecia, Reino de los francos y Reinos Olvidados (nombre que identifica a un escenario de ficción del juego popularizado como Dungeons & Dragons), por citar algunos a modo de referencia.