Si bien en el campo de la Fonética se aprovecha el concepto de prótesis para aludir al sonido que se agrega al comienzo de una palabra, esta noción está directamente vinculada al ámbito de la Medicina ya que refiere al procedimiento y al aparato o pieza que se introduce en el organismo con finalidades estéticas o bien para recuperar o mejorar capacidades corporales.

Según se desprende de las estadísticas de los profesionales de la salud, alrededor del mundo un gran número de personas posee algún tipo de prótesis, ya sea cosmética, mioeléctrica o mecánica, tal las clasificaciones a considerar al hacer foco en su utilización y modo de funcionar.

Cuando se pierden dientes, por señalar un caso muy común, aparece como solución la prótesis dental, una alternativa que, de acuerdo a las necesidades del paciente, puede tener carácter removible o ser no removible. En este marco es posible diferenciar entre prótesis removible esquelética o de metal, prótesis removible de resina, prótesis fija, prótesis mixta (en este caso se combina una parte que se atornilla o se pega con otra que el usuario puede retirar y reinsertar) y prótesis sobre implantes fijos.

Numerosas mujeres, en tanto, se someten a una cirugía estética para el implante de una prótesis de mama, un procedimiento que puede llevarse a cabo en diferentes niveles por medio de múltiples vías (transumbilical, axilar, areolar o submamaria) y apostando por distintos materiales.

Cuando una enfermedad, anomalía o traumatismo provoca la falta parcial o total de un ojo, por otra parte, se suelen utilizar prótesis oculares, que pueden ser simples o dobles, conchas esclerales o cascarillas cosméticas, o prótesis provisorias denominadas conformadores.

Las prótesis auditivas, las prótesis ortopédicas, las prótesis faciales y las prótesis cardíacas son otras categorías que demuestran la diversidad existente en materia de prótesis.