El concepto de membrana está presente en numerosos ámbitos, según se advierte al repasar la teoría y las aplicaciones de este término. En el campo de la Física, por ejemplo, identifica a una lámina o placa flexible de escaso espesor, mientras que en el plano de la Biología da nombre a un tejido de consistencia blanda. La membrana basal (ubicada en la base de los epitelios), la membrana alantoides (membrana extraembrionaria que cumple la función de vejiga urinaria), la membrana celular (cobertura externa de las células), la membrana caduca (en periodo de preñez cubre la parte interna de la matriz) y la membrana vitelina (la estructura más interna de la cobertura de los huevos) son parte de este grupo mencionado en último lugar.

Los expertos en Anatomía, en tanto, diferencian entre membrana pituitaria (mucosa donde hay receptores que hacen posible el sentido del olfato), membrana mucosa (contiene glándulas unicelulares que poseen la capacidad de segregar moco) y membrana serosa (presente en animales para cubrir cavidades sin contacto con el exterior y mantenerlas lubricadas), mientras que en Zoología gana relevancia la membrana nictitante (propia de las aves y determinados reptiles, entendida como una especie de tercer párpado transparente que brinda protección al globo ocular y humecta la zona). Los médicos, de igual modo, apelan a la expresión “falsa membrana” para aludir a aquella que, patológicamente, envuelve a determinados tejidos que presentan una lesión.

Lejos de las cuestiones anatómicas, es posible identificar a las membranas asfálticas y a las membranas líquidas, por señalar algunas alternativas que demuestran la diversidad de esta noción.