El avance de la tecnología nos pone a disposición novedosos productos pero también nos hace familiarizar con expresiones, conceptos y palabras que no siempre comprendemos. Hoy, con el objetivo de ayudarlos a ampliar sus conocimientos, vamos a centrar la información en los gadgets, un vocablo que al menos por el momento no está incluido en el diccionario de la Real Academia Española (RAE).
Antes de enumerar cómo pueden ser clasificados, es importante señalar que este término abarca al conjunto de dispositivos que, además de sorprender por su diseño y tamaño, son muy prácticos y ornamentales. A nivel más general, se los considera como herramientas (que pueden ser virtuales o físicas) que facilitan una o más tareas.
Los gadgets de escritorio, por señalar un caso puntual, son herramientas propias de un ordenador o computadora que le permite al usuario disponer de información de manera rápida y sencilla, así como realizar acciones de modo personalizado. El estado del tiempo, el reloj y el calendario son algunos de los gadgets de escritorio más utilizados a escala global.
Los gadgets de cocina, por su parte, son pequeños elementos que le aportan modernidad y exclusividad al hogar y, al mismo tiempo, hacen más entretenida y fácil la tarea de preparar comidas, además de permitirnos ahorrar tiempo al momento de alimentarnos. En este marco, por ejemplo, gracias a un utensilio con filo evitamos tener que cortar las salchichas en pedazos pequeños porque con solo introducirla en él ya obtenemos el resultado esperado. El tenedor con motor, de igual modo, nos evita la difícil misión de enrollar los fideos porque lo hace de inmediato.
Más allá de las alternativas mencionadas líneas arriba, resulta interesante tener en cuenta que existen gadgets vinculados a la salud humana (para monitorear el corazón, controlar la presión, etc), gadgets relacionados al entretenimiento audiovisual y mucho más.