¡Qué gran arte el de la fotografía! Gracias a estos documentos visuales podemos reconstruir el pasado. Las imágenes nos permiten observar en el presente cómo lucía un lugar en otros tiempos, descubrir el rostro de un familiar fallecido antes de nuestro nacimiento, llevar adelante múltiples investigaciones y tener capturados momentos e instantes trascendentes.
Para satisfacción de mucha gente, existe una amplia variedad de fotografías. La disponibilidad de alternativas le brinda a los fotógrafos la chance de experimentar y sorprender con técnicas y resultados, y a la comunidad en general de sorprenderse con la pluralidad y los efectos en el material terminado.
Si bien hoy en día la tecnología lleva a las generaciones más jóvenes a tener como primera opción a la fotografía digital, es interesante sumergirse en este tema para saber cómo ha evolucionado esta actividad con el paso de los años.
Unos daguerrotipos desarrollados en torno al año 1842, por ejemplo, dan la pauta del comienzo de las fotografías estereoscópicas, que cobraron gran relevancia durante el siglo XIX.
Vale aclarar que, en la antigüedad, se tomaban fotografías en blanco y negro. Sobre esa clase de imágenes se puede aplicar un recurso artístico para generar una fotografía pintada. Y si buscamos tonos originales modernos, habrá que apostar por las fotografías a color tal como las conocemos hoy en día.
Más allá de las variedades citadas, existen las fotografías con luz ultravioleta e infrarroja, las fotografías orbitales y aéreas, las fotografías subacuáticas, las fotografías publicitarias, las fotografías trucadas, las fotografías antropológicas, las fotografías documentales, las fotografías forenses y las fotografías analógicas, entre muchas otras que amplían la oferta existente al respecto.