En Tipos.com.mx ya hemos publicado un artículo general sobre clases de errores, entre los que mencionamos como opción a considerar los errores de medición. Hoy, como el título de esta nota lo adelanta, la idea es profundizar en esta categoría para ofrecerles mayores precisiones al respecto.

Antes de centrar la atención en las clasificaciones, conviene recordar que todos los instrumentos empleados para desarrollar una medición pueden dar lugar a imprecisiones respecto al valor real y a las mediciones tomadas. Estas inexactitudes pueden deberse a múltiples causas, algunas de las cuales pueden ser minimizadas al calibrar bien el equipo pero otros factores no y por esta razón hay que contemplar siempre la posibilidad de un error de medición.

En primer lugar hay que tener presente a dos grandes grupos: el de los errores sistemáticos y el de los errores aleatorios. Los primeros se mantienen constantes en el valor absoluto y se explican a partir de leyes o principios conocidos. Los aleatorios, en tanto, son más complejos y exigen la elaboración de un muestreo de medidas.

Al considerar los instrumentos utilizados como generadores del resultado inexacto, entonces aparecen las alternativas del error de medición por mala alineación, por errores de diseño o fabricación, por fallos en la precisión y la forma de los contactos o errores por el desgaste del material.

La responsabilidad de quien opera el instrumento también influye, ya que pueden existir errores de lectura, errores vinculados al cansancio o a la fatiga que no admiten un abordaje matemático y errores asociados a la mala ubicación o alineación del equipo.

Tampoco hay que dejar de tener en cuenta la existencia de los errores de medición por cuestiones ambientales y de los errores por particularidades del objeto o pieza a medir, como sus formas, su estabilización o su grado de deformación.