Resultan suficientes conocimientos básicos de Informática para saber, por ejemplo, que los ordenadores (o computadoras) no están en condiciones de funcionar de manera adecuada si no poseen un disco rígido. Se trata de un dispositivo reservado para almacenar datos, los cuales guarda a partir de un sistema de grabación de carácter magnético.

Este producto apareció por primera vez en 1956 con una capacidad de 5 MB gracias a la firma IBM. Desde entonces, surgieron diferentes clases de discos rígidos, ampliándose así la oferta en materia de tecnología, marcas, capacidad, tamaño y precio.

En los primeros tiempos, los discos duros podían ser extraídos de la máquina pero, con el paso de los años, se optó por sellarlos. A medida que surgieron mejoras en este campo, adquirieron popularidad los discos duros que, en 3,5 pulgadas, podían alojar 250 MB. Después llegarían los discos duros de 40 GB y los de 5000 GB.

Cabe resaltar que, en la actualidad, el iPod y los teléfonos móviles más modernos y sofisticados llevan discos rígidos.

Otra alternativa interesante para tener en cuenta es el disco duro multimedia, tal como se conoce a un dispositivo externo con interfaz SATA que permite almacenar archivos multimedia y poder, con las conexiones adecuadas, reproducirlos sobre la pantalla de un televisor. Estas herramientas también brindan la posibilidad de grabar en el disco duro contenidos televisivos.

El disco duro portátil, por su paarte, puede ser transportado sin necesidad de requerir batería o energía eléctrica para funcionar. Las opciones al respecto incluyen, entre otras, microdiscos y discos duros tradicionales con carcasas adaptadoras.