Al hablar de batería (del francés batterie) se puede estar haciendo referencia al conjunto de piezas de artillería dispuestas para hacer fuego; a la obra de fortificación desarrollada para albergar elementos de artillería; al conjunto de cañones de los buques mayores de guerra antiguos; al grupo de instrumentos de percusión de una banda u orquesta o a la acción y efecto de batir. Como se puede advertir, son varios los significados de este concepto.
Para enriquecer el idioma y hablar con propiedad, siempre es conveniente identificar bien a qué clase de batería se desea hacer mención y qué clases de baterías existen para poder mejorar el vocabulario y expresarse de la mejor manera posible. Por esa razón, a continuación enumeraremos distintas variedades de batería y resaltaremos sus características más sobresalientes.
En primer lugar, se puede citar a la batería que funciona como acumulador de corriente eléctrica a través de procedimientos electroquímicos. Estas baterías, según sus tamaños, orígenes y componentes, pueden clasificarse como baterías de plomo-ácido, baterías de níquel-hierro, baterías alcalinas de manganeso, baterías de níquel-cadmio, baterías de níquel-hidruro metálico, baterías de iones de litio y baterías de polímero de litio.
Si de gastronomía se trata, entonces, la noción más indicada será la de batería de cocina para referirse al conjunto de utensilios (por lo general de cobre, acero, hierro o aluminio) que sirven para cocinar.
En otros ámbitos, asimismo, hay batería de tests (conjunto de pruebas que permiten apreciar y evaluar las características psicológicas y/o conocimientos de un individuo), batería de automóvil (que pueden ser de arranque o de tracción, según su finalidad) y baterías blindadas, entre otras.