Cada vez que se cumple un nuevo aniversario del nacimiento de alguien se celebra un cumpleaños. Más allá de que se organice, o no, un festejo, el homenajeado suele recibir en su día saludos y muestras de afecto por parte de sus familiares y amigos.
Aunque lo más habitual, por tradición, es celebrar los cumpleaños de los seres humanos, hay quienes también agasajan a sus mascotas cuando ellas suman un nuevo año de vida con un “cumpleaños” especial donde no faltan otros animales ni los menúes favoritos del gato, perro, etc.
Pero si centramos la atención en los cumpleaños de nuestros padres, hijos, sobrinos o amigos identificaremos múltiples formas de conmemorar el acontecimiento. Los cumpleaños infantiles, por ejemplo, pueden incluir según el presupuesto familiar la contratación de animadores (magos, payasos, etc) o juegos inflables y hacerse en un salón especialmente acondicionado o en el propio hogar. Los pasteles o tortas de cumpleaños, en este marco, suelen inspirarse en los artistas favoritos o pasatiempos del agasajado.
Los cumpleaños de adolescentes, en cambio, pueden llevarse en diferentes lugares de acuerdo a la edad y a las preferencias de cada uno. Hay muchachas que, al cumplir sus primeros quince años de vida, realizan una gran fiesta mientras que otras optan por un viaje en familia o con amigas. Los varones, por su parte, suelen celebrar a lo grande sus primeros 18 años con una salida grupal o destinar el presupuesto a la adquisición de su primer coche.
Los adultos, asimismo, organizan diferentes actividades a la hora de celebrar un cumpleaños. Un almuerzo familiar, una cena con amigos en algún restaurante, un viaje de placer en pareja, una fiesta multitudinaria… Las opciones son muchas.
Los bailes de disfraces, las fiestas sorpresa y las fiestas temáticas, por último, son otras alternativas que a toda edad permiten llevar a cabo un cumpleaños divertido e inolvidable para todas las etapas de la vida.