Se identifica como cuarzo al mineral duro compuesto por sílice que resulta incoloro en estado puro y adquiere diferentes tonalidades cuando aparece mezclado con diversas sustancias.
En función de sus particularidades se lo puede encuadrar en una categoría determinada, por eso en esta ocasión proporcionaremos datos de interés a fin de ayudarlos a aprender más sobre este material que suele utilizarse para el desarrollo de gemas, instrumentos ópticos, etc.
Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que cuando la pieza exhibe un tono oscuro, recordando con su apariencia las manchas de humo, se la describe como cuarzo ahumado. El cristal de roca, por su parte, es definido como cuarzo hialino.
La variedad más común a nivel mundial, de todos modos, es el cuarzo lechoso, una piedra con cristales hexagonales que se localiza en rocas repletas de impurezas. El cuarzo citrino, en cambio, es raro en estado natural: se trata de una gema de apariencia amarilla.
Distinto es el caso del cuarzo chocado (también conocido como “de shock”), denominación reservada a las piezas analizadas con un microscopio que exhiben una estructura desplazada como consecuencia de un impacto.
Cabe resaltar que, más allá de los mencionados, existen cuarzos rosas (muy empleado en joyería por su calidad y belleza), cuarzos azules (quienes trabajan con las propiedades curativas y esotéricas de las piedras los consideran gemas armonizadoras) y cuarzos rojos (señalada como la piedra de los sentimientos intensos y recomendada como afrodisíaco), por agregar otras posibilidades que demuestran la diversidad existente en materia de cuarzos.