A diario solemos cubrir nuestros pies con algún calzado que nos ofrezca comodidad de acuerdo a cada circunstancia. En ámbitos informales o para actividades deportivas, la elección gira en torno a algún modelo de zapatillas, pero para reuniones de trabajo o situaciones que exigen formalidad, son los zapatos los que forman parte del vestuario.
Precisamente, a esta última alternativa haremos referencia en esta oportunidad para poder conocer mejor a estos productos cuyo nombre deriva del vocablo turco zabata. Como sabrán, hay zapatos para niños, para damas y también para caballeros (con cordones o sin ellos), entre otros que describiremos a continuación.
De acuerdo a la información ofrecida por el diccionario de la Real Academia Española (RAE), entre la amplia variedad de zapatos que existieron a lo largo de la historia aparecen los denominados argentados (muy populares en la zona de Andalucía, llevaban una tela debajo de la capa exterior que se podía ver porque la superficie estaba picada) y los papales (para calzar por encima de otros con fines de sumar protección frente al clima o las condiciones del terreno).
Para las mujeres, además, hay zapatos cerrados, otros que dejan ver los extremos de los dedos y modelos que se distinguen por la altura que poseen. Al respecto, no se puede dejar de mencionar que hay zapatos femeninos de taco aguja pero también otras opciones más confortables que no requieren un extremo cuidado al caminar por no tener puntos de apoyo delgados y finos sino que tienen plataformas planas y anchas.