Los servicios de mesa se componen de platos, vasos/copas, cubiertos, salseras, fuentes, etc. A todos estos elementos que permiten contener, servir y presentar la comida se los considera vajilla.
Como siempre se utiliza vajilla pero los productos elegidos varían según la importancia del almuerzo o cena, se puede marcar una primera diferencia entre la vajilla de uso cotidiano (más simple y no ajustada a protocolos) y la vajilla para ocasiones especiales. A la vez, se distingue entre vajilla de restaurante, vajilla de hotel, vajilla descartable, etc.
De hacer foco en los materiales de fabricación, encontraremos propuestas en porcelana, vajillas de cerámica, vajillas de vidrio, vajilla de plata, vajilla de acero inoxidable y hasta vajillas de plástico (en estos casos, pueden llegar a estar destinadas al uso infantil porque son más seguras debido a que, si se caen, no se rompen ni lastiman), entre otras alternativas. Las formas y los diseños también diversifican al rubro ya que es posible hallar en el mercado opciones de vajilla con formas redondeadas así como también vajilla de estructura cuadrada: en ambos casos los utensilios y elementos pueden ser lisos o con detalles decorativos que les impriman un plus de originalidad.
Los colores también influyen en la vajilla: en entornos convencionales y celebraciones formales, suele priorizarse la vajilla en blanco (aunque en ciertos casos aparece el negro como protagonista o combinado con el tono más claro). Para situaciones informales, toda la paleta de colores está disponible: hay vajilla moderna diseñada por completo en rojo, en azul, en verde, etc.