Usina es una palabra derivada de un concepto francés que, en distintas regiones del mundo, se aprovecha para hacer referencia a un espacio industrial de producción considerable. En suelo argentino, asimismo, se acostumbra describir como “usina de rumores” al medio que difunde datos sin confirmar y alimenta chismes de manera tendenciosa. Cabe resaltar que en este mencionado país existe, en territorio porteño, un centro cultural conocido como “Usina del Arte”.
Las “usinas de ideas”, en cambio, son lugares donde se investiga, se intercambian conocimientos y se reflexiona sobre cuestiones culturales, científicas, económicas, políticas, etc.
En relación a las instalaciones o recintos donde se desarrollan y/o utilizan diferentes tipos de energía, se pueden enumerar como prueba de la diversidad de funcionamiento y actividad existente en este rubro a las usinas hidroeléctricas (generan energía eléctrica a partir de energía hidráulica); a las usinas termoeléctricas (aprovechan energía térmica para desarrollar energía eléctrica); a las usinas nucleares (donde se crea energía eléctrica trabajando con energía nuclear); a las usinas eólicas (se transforma energía eólica en energía eléctrica); a las usinas termosolares (en las cuales intervienen el vapor y la energía del sol); a las usinas maremotrices (donde entran en juego las mareas) y las usinas a carbón (la energía eléctrica surge a partir de la quema del carbón). A modo de complemento, también podemos señalar como otros tipos de usinas a las olamotrices (que proponen generar electricidad aprovechando la energía que surge del movimiento de las olas) y a las fotovoltaicas (donde se utilizan paneles fotovoltaicos para obtener energía eléctrica).