En más de una ocasión seguramente muchos de ustedes hayan oído, leído o utilizado la idea de tributo como sinónimo de homenaje hacia un artista (así ocurre, por ejemplo, cuando uno o más músicos ofrecen shows con admiración hacia una figura, como sucede con el tributo a Ricardo Arjona, a Queen, a Led Zeppelin, a Bob Marley, etc). Sin embargo, existen muchos otros usos del término y varias categorías creadas para darle más profundidad y exactitud a esta palabra. A continuación, un repaso por distintas aplicaciones prácticas para que les sirva de orientación y ayuda a la hora de hacer referencia a algún significado puntual de este vocablo.

En materia de Arte, se puede citar a la pintura de Tiziano bautizada en español como “El tributo de la moneda”, más allá del provecho que se hace en este marco para aludir a los ya citados homenajes hacia una personalidad. De ser una actuación respetuosa para honrar la memoria de alguien que falleció, entonces se apela a la categoría de tributo póstumo. Si alguien admira, por ejemplo, a Michael Jackson y lo imita, entonces se encuadra la presentación en el plano del tributo póstumo.

Si se entiende al tributo como un impuesto, una contribución o una tasa, entonces es posible distinguir entre tributos ecológicos, tributos aduaneros, tributos fiscales, tributos laborales, tributos provinciales, tributos municipales, tributos totales, etc.

En países como España y Francia, por otra parte, se acostumbra llevar a cabo desde tiempos remotos una ceremonia que se conoce como “Tributo de las tres vacas”.

Cuando se hace alusión a la idea de “encomienda de tributo”, asimismo, se identifica a una renta basada en una tributación que fijaba, en otras épocas, una autoridad.