Cuando se pronuncia la idea de trenza, muchos de nosotros solemos imaginar inmediatamente el peinado que muchas mujeres de pelo largo logran al entrecruzar varios mechones de cabello, pero hoy estamos dispuestos a ofrecerles datos concretos que les permitan comprobar la existencia de muchas clases de trenzas.
En su sentido más amplio, el concepto de trenza describe al proceso por el cual tres o más elementos se cruzan de manera alternada, por eso se lo puede aplicar al cabello pero también al cuero (material que permite realizar trabajos de costura o decorar un borde), a las cuerdas (para fabricar sogas de alpinistas) y hasta a los cordones de los zapatos.
Más allá de estas aplicaciones, hay que decir que al describir una trenza armada en la cabeza de una niña, muchacha o mujer es necesario especificar qué clase de peinado se pretende o se ha logrado porque no todas las trenzas poseen la misma apariencia o modo de ser armadas.
Así, entonces, podemos estar frente a una trenza convencional (modelo en forma de ve corta para el cual se emplean tres mechones de pelo) o a otras creaciones estéticas más complejas, como el caso de las trenzas francesas (look que complementa a otros peinados porque supone el agregado de numerosos mechones que nacen desde las proximidades del cráneo) y las trenzas holandesas (versión que se caracteriza por cruzar los mechones de pelo por abajo y no por arriba como sucede con el resto de las trenzas. Algunos la definen como una trenza francesa de orden invertido).
Tampoco se puede dejar de mencionar a las típicas trenzas africanas, las cuales son finitas y pueden ser lucidas tanto por mujeres como por hombres.