Una gran cantidad de viviendas cuentan con una terraza. Por eso, por lo general, uno cree saber a qué se refiere este concepto sin tener en cuenta que existen muchas aplicaciones del término y una importante variedad de estilos, formatos, dimensiones, construcciones y lugares que diversifican la noción.
De acuerdo a cómo sea cada hogar y en qué lugar se encuentre, se podrán hallar terrazas más grandes que otras; con o sin partes techadas; con vista al mar, a la ciudad o a la montaña; decoradas con sello rústico o bien modernas… Como se advierte al hacer foco en estos rincones, hay terrazas que se adaptan a todas las preferencias y posibilidades económicas.
Lo interesante de esta palabra es que se puede aprovechar en otros contextos. En suelo español, por ejemplo, existe en la provincia de Burgos una localidad conocida como Terrazas, mientras que en Camboya hay un área de gran valor arqueológico que se ha bautizado como Terraza de los Elefantes. Si uno tiene posibilidades de estar en Alemania y recorre Dresde, por su parte, podrá apreciar la estructura arquitectónica definida como Terraza de Brühl.
Otras clases de terrazas: terrazas verdes (cubiertas por vegetación, a su vez se clasifican como extensivas, intensivas o semi-intensivas de acuerdo a su desarrollo), terrazas marinas (tal como se identifica a un accidente geográfico producto de modificaciones tectónicas y alteraciones del nivel del mar), terrazas aluviales (plataformas sedimentarias que surgen en valles fluviales a partir de la acumulación de sedimentos propios de la corriente de agua).