El acto y consecuencia de tapizar, dice el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se define como tapizado. Asimismo, se menciona de igual manera a los materiales que se utilizan para llevar a cabo esta tarea.
Con la técnica del tapizado se pueden proteger y recuperar sillas, sillones y cualquier clase de asiento, incluso los de los automóviles que utilizamos a diario. Se trata de una actividad que promueve la creatividad, el reaprovechamiento de recursos y el trabajo artesanal.
Siguiendo unos simples pasos (hoy en día en muchos sitios de Internet hay propuestas y consejos para quienes deseen tapizar distintos tipos de objetos, incluso hay videos que explican todo el procedimiento), cualquier persona puede obtener resultados profesionales al tapizar algo en su propio hogar.
Es posible, por ejemplo, realizar tapizados para las sillas de la cocina, encontrar telas resistentes para el tapizado de banquetas o bancos de exterior o contratar a alguien que cambie el viejo tapizado del coche por uno nuevo fabricado en cuero. En los automóviles, hay quienes no sólo dejan tapizadas las butacas sino también el volante y otras piezas de la unidad para imprimirle sofisticación, elegancia y proteger todo el interior del vehículo.
Por otra parte, se puede renovar el aspecto y extender la vida útil de almohadones de distintos tamaños y formatos con un tapizado moderno, tapizar un sillón con cuerina o aprovechar una alfombra para hacer el tapizado de una escalera. Como resulta evidente, existen múltiples opciones en materia de tapizado, ya que además de ser diversa la oferta de materiales es un trabajo que se puede aplicar en un gran número de objetos de uso cotidiano.