Cuando en Matemática se menciona el concepto de ‘resta’ se busca hacer foco en una operación básica enmarcada en el campo de la aritmética que también se conoce con el nombre de sustracción. Se trata, según se enseña en el ámbito educativo, del proceso inverso al de la suma o adición. Por ejemplo: Si tengo diez chocolates pero como dos de postre, entonces el resultado final será de ocho chocolates. Expresado en cifras sería 10 – 2 = 8.

De buscar aplicaciones más generales, entonces se podrá descubrir que resta es la consecuencia de restar, es decir, de quitar algo o de separar una porción o parte de un total. En otros tiempos, asimismo, se solía considerar a la idea de resta como un vocablo derivado del término latino restis que podía funcionar como sinónimo de ristra (tal el nombre que recibe la trenza desarrollada con los tallos de una cebolla o un ajo).

Hoy en día, como se deduce de la práctica, son numerosos los alcances de esta palabra que aparece en oraciones como las que figuran a continuación a modo de referencia:

“No entiendo por qué usted le resta importancia al tema”
“Resta puntos ese tipo de estrategia”
“La intervención quirúrgica fue exitosa: ahora resta esperar que el paciente despierte”
“Anuncian lluvias para lo que resta de la jornada”
“El político resta credibilidad a los rumores periodísticos”
“Vecino arma un escándalo en la iglesia y le resta protagonismo a la pareja que celebraba su boda”
“Restan dos minutos para el término del partido”