Muchos juguetes, objetos de decoración, maquinarias y accesorios para el hogar incluyen entre sus componentes un resorte. Esta pieza, también definida como muelle, se caracteriza por su gran elasticidad, una condición que le permite almacenar energía durante la aplicación de una fuerza o resistencia y liberarla sin experimentar deformaciones al concluir dicha presión.

Como los resortes no poseen un tamaño estándar y no cumplen siempre la misma función, es posible agruparlos en distintas categorías y reconocerlos en base al tipo de tensión que son capaces de soportar.

Una primera clasificación podría ayudar a individualizar a los resortes de tracción, los cuales suelen tener ganchos en sus extremos que permiten instalarlos en diversas posiciones. Dentro de este conjunto puede haber resortes de apariencias y estilos diferentes, como ocurre al comparar uno de inspiración alemana y otro de estilo inglés, por ejemplo.

Asimismo, existe una segunda opción que se conoce como de compresión. Estos resortes, indican los fabricantes y quienes trabajan con esta clase de elementos, toleran la aplicación de fuerzas de compresión y pueden diseñarse con forma cónica, cilíndrica o bicónica, o bien ser cambiante o de paso fijo.

Los resortes de torsión, por su parte, completan el listado de opciones comunes en relación a este producto. Estos sistemas son fáciles de identificar por el usuario común porque existe una gran variedad de elementos de la vida diaria que funcionan en base a ellos, como sucede con los sujeta papeles, los broches para colgar la ropa y las trampas para ratones, por citar algunos objetos a modo de referencia.