Cuando uno observa con detenimiento un ecosistema y hace foco en los vínculos que se establecen entre quienes comparten un mismo hábitat y las interacciones existentes entre animales (ya sean de la misma especie o de otras) adquieren relevancia las nociones de relaciones interespecíficas y de relaciones intraespecíficas.
Como en Tipos.com.mx ya hemos hecho referencia a las primeras, en esta oportunidad la información girará en torno a las particularidades de las llamadas relaciones intraespecíficas.
Según explican los especialistas en Biología, son vínculos de carácter intraespecífico los que establecen entre sí miembros de una misma especie dentro de una población. Como ejemplo de esta clase de relación se puede describir el caso de las colmenas, donde diversas abejas participan de un mismo fin pero adoptando tareas distintas y colaborando entre sí.
Estas relaciones, de acuerdo a cómo surjan y a cómo se desarrollen, se pueden segmentar en múltiples categorías, algunas de las cuales mencionaremos a continuación.
Una relación intraespecífica muy fácil de reconocer, por citar una situación concreta, es la familiar, donde dos ejemplares se vinculan para reproducirse primero y para cuidar a las crías después. La relación gregaria, en cambio, se produce cuando diversos integrantes de una misma especie interactúan con fines de desplazarse y transportarse.
Las relaciones intraespecíficas sociales, por su parte, aparecen cuando un clan se distribuye en castas para trabajar en distintos niveles en vistas a mejorar la calidad de sus vidas y lograr sobrevivir. Las colonias, tanto las homomorfas como las heteromorfas, constituyen otro ejemplo de relación intraespecífica.