Mucha gente, por diferentes razones, experimenta dificultades para asimilar conocimientos. A fin de aportar datos de interés sobre este tema, en esta ocasión haremos foco en los problemas de aprendizaje más comunes.

Una dificultad visual, por indicar un caso concreto, puede ser un obstáculo a la hora de incorporar saberes porque al no ver bien la persona escribe mal y padece complicaciones al momento de leer. Algo similar ocurre cuando el individuo no oye bien y nadie se ha dado cuenta de tal padecimiento que, seguramente, explique por qué pronuncia mal o se distrae mientras el docente dicta la clase. Si se comprueba la agudeza auditiva y visual pero aprender sigue siendo una misión imposible o, al menos, muy compleja, entonces hay que hacer foco en cuestiones psicológicas y trastornos vinculados a la mente para encontrar las respuestas a un bajo rendimiento escolar y a los obstáculos para hacerse entender, recordar instrucciones simples, coordinar su cuerpo y comprender lo que se le pide.

Prestar atención a las actitudes y comportamientos de alguien que está escolarizado resulta fundamental para poder encontrar los motivos por los cuales no aprende y hallar de este modo una solución a tal inconveniente. La dislexia, la discalculia, las discapacidades mentales, la disgrafía y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDHA) son dificultades que requieren un diagnóstico temprano y acompañamiento para que tengan el menor impacto posible en la dinámica de la enseñanza y el sujeto pueda, con sus tiempos y particularidades, acceder a una instrucción óptima.