Tipos de pilas


El concepto de pila, según se puede establecer al consultar la Real Academia Española (RAE), es amplio y abarca numerosos significados, por eso resulta interesante conocer todas sus acepciones para enriquecer el vocabulario y saber cómo utilizar el vocablo según el contexto.

Una pila puede definir un montón o cúmulo de cosas (pila de ladrillos, pila de libros), ser entendida como una pieza grande de piedra u otra materia donde cae o se echa agua para múltiples usos, ser sinónimo de parroquia o feligresía, dar nombre a un dispositivo en el cual la energía química se transforme en eléctrica o describir al receptáculo de los hornos de fundición donde cae el metal fundido.

Asimismo, la noción puede representarse con mayores precisiones al agregarle términos que permitan contextualizar y potenciar su significado.

Así, entonces, se dirá pila atómica si la idea es hacer referencia a un reactor nuclear, pila bautismal cuando se hable del sacramento religioso del bautismo o pila reversible para presentar a aquellos dispositivos que puedan recuperar su estado inicial mediante una carga con sentido opuesto a la suministrada por la pila.

Claro que, más allá de las mencionadas, hay pilas eléctricas (de las cuales hay variantes como A, doble A, triple A, etc, y se destinan a distintos aparatos presentes en la vida cotidiana como el control remoto, los radiograbadores, ciertos juguetes infantiles o las máquinas de fotos), pilas de combustible, pilas solares, pilas impolarizables y pilas galvánicas, entre muchas otras variantes que le aportan variedad al concepto.