La palabra ‘ola’, de ser pronunciada, puede confundirse con un saludo (aunque en ese caso se escribe con H inicial) o bien recordar las ondas del mar. Hoy, a fin de aportarles mayores precisiones al respecto, profundizaremos en este concepto y, tras llegar al final de este artículo, descubrirán que no existe una única clase de ola.
Aunque como ya mencionamos se conoce como ola a las ondulaciones del agua, el término también se emplea en la vida cotidiana para identificar a los fenómenos climáticos que generan cambios térmicos bruscos y medianamente prolongados. A este último significado corresponden las expresiones de “ola polar” u “ola de calor”, entre otras.
En otros contextos, hay que decir que se acostumbra hablar de “onda u ola verde” cuando un automovilista alcanza con su vehículo la velocidad exacta que le permite avanzar por extensos trayectos con el semáforo a su favor. “La ola verde”, además, fue el nombre de un antiguo programa infantil que tuvo, entre otras conductoras, a Flavia Palmiero, quien también llegó a estar al frente del ciclo “La ola está de fiesta”.
En espectáculos artísticos o encuentros deportivos, asimismo, es usual advertir un movimiento masivo previo al inicio del show que los asistentes coordinan para lograr el efecto de “ola”. Esta ola, por lo tanto, se arma cuando cada persona se pone de pie con las manos en alto a medida que la secuencia se extiende de manera ordenada por el recinto.
Cabe resaltar, por último, que también hay localidades, libros y materiales audiovisuales que hacen referencia a las olas y, de este modo, amplían el alcance del vocablo.