El concepto de nado se utiliza como sinónimo de natación, el deporte basado en el desplazamiento de una persona por medios acuáticos, ayudándose sólo de los movimientos corporales necesarios para el traslado.
Así, entonces, se puede hacer referencia a nados competitivos (alternativa que se segmenta por tipos de nado y agrupa a los competidores según hayan elegido el estilo libre, el estilo espalda, el de pecho o el de mariposa), nados sincronizados (basados en coreografías) y a los nados en aguas abiertas (disciplina que le escapa a las piscinas para proponer como escenarios al mar, a los lagos y a los ríos), entre otros.
Como se desprende de la enumeración realizada en el párrafo anterior, todo nado tiene sus particularidades y posee propósitos específicos. Al respecto, se puede agregar que la natación no siempre es competitiva, sino que se la puede abordar también con fines recreativos y aprovecharla con objetivos especiales como lo es, por ejemplo, el poder valerse de ella para lograr rescatar a alguien en peligro.
Tampoco se puede dejar de mencionar que, más allá de las formas que uno elija para nadar, existen iniciativas que enriquecen a la actividad y hacen posibles a otros tipos de nado, tal como ocurre con el plan turístico focalizado en el nado con delfines. Esta experiencia está disponible para toda clase de personas en múltiples rincones del mundo y no busca mejorar la coordinación para un estilo ni exige ser expertos en buceo, sino ofrecer una práctica atípica basada en la interacción con los delfines.