El significado de lenguaje es amplio y puede definirse desde múltiples perspectivas pero, en líneas generales, apunta al sistema que le permite a un ser vivo expresarse y hacerse entender. Comunicación, por su parte, es un término que describe el resultado de aplicar un método basado en señales, símbolos o mensajes que vincule y genere entendimiento mutuo entre emisores y receptores.

Al combinar ambas nociones aparece la idea de lenguaje de comunicación, una expresión que se emplea en ámbitos muy distintos con el propósito de hacer foco en un código o medio de expresión específico.

En el campo informático, por ejemplo, los lenguajes permiten dar órdenes y transmitir datos para ser interpretados por ordenadores y programas informáticos (software). Existen lenguajes de Internet, de programación, de consulta y de marcas, entre muchos otros. Los protocolos de comunicación, en este marco, constituyen reglas o normativas a las cuales los lenguajes deben ajustarse para poder funcionar de manera adecuada.

Por fuera de este sector, en cambio, es posible hablar de lenguajes de comunicación visual y otros que pueden ser verbales o no verbales (en función de las herramientas aprovechadas y los involucrados en la estructura comunicativa): a partir de estas categorías amplias, además, se pueden reconocer clasificaciones que apuntan a describir el contexto o entorno de aplicación, tal como ocurre al hacer foco en los lenguajes artísticos de comunicación, el lenguaje interactivo de comunicación, los de índole deportiva y hasta los relacionados al ámbito religioso, por citar algunas de las variantes que amplían el alcance de este concepto.