Al interesarnos en los instrumentos musicales de viento descubrimos que la gaita es una de las alternativas incluidas en este conjunto. Este elemento similar a la flauta consta de un tubo perforado que posee una lengüeta sonora y de una bolsa hacia la cual se dirige el aire que ingresa por otro tubo.
Cuando se hace alusión a la gaita zamorana, por indicar un caso específico, se hace foco en un instrumento basado en una caja larga con cuerdas, las cuales son pisadas a través de teclas, mientras que la gaita gallega se caracteriza por tener tres tubos acoplados y un fuelle o bolsa de cuero.
Además de ellas, hay muchas otras gaitas tradicionales en múltiples rincones del mundo. La gaita asturiana, por agregar otro ejemplo, es más grande que la gallega aunque su lengüeta tiene dimensiones más pequeñas respecto a la otra. En la comunidad autónoma española de La Rioja, de igual forma, se apuesta por la gaita de bota riojana, así como en el municipio español de El Gastor se suele tocar la gaita gastoreña.
La gaita irlandesa y la gaita colombiana (que, a su vez, admite las clasificaciones de gaita macho, gaita hembra y gaita corta) son otras alternativas que demuestran la diversidad de este instrumento.
Cabe destacar por último que, a la hora de reconocer a las gaitas, es fundamental prestar atención al tipo de caña y a la morfología del puntero melódico. De este modo, lograremos diferenciar entre gaitas con caña simple o doble y gaitas con puntero cilíndrico o cónico.