Bajo una interpretación sociológica, se conoce como dinámica de grupo a la estructura que promueve y hace foco en la interacción de varias personas como parte de un todo, analizando sus reacciones, comportamientos y actitudes, tanto colectivas como individuales.

Hay varias técnicas útiles para motivar y promover intereses individuales que permitan enriquecer y potenciar la dinámica ya sea interna o externa del conjunto, por eso en esta oportunidad vamos a hacer foco en ellas para conocer mejor las herramientas que se tienen a disposición.

Se pueden implementar, por ejemplo, técnicas grupales de sensibilización y presentación, así como también métodos de integración y participación grupal. Los procesos de enseñanza y aprendizaje, asimismo, refuerzan las fortalezas del grupo.

Es importante tener en cuenta además que la dinámica de grupo está condicionada por las particularidades distintivas de cada agrupación, ya que pueden categorizarse en función de múltiples criterios. Hay, a grandes rasgos, grupos primarios y secundarios. Existen los grupos de contacto directo racionales y no racionales, así como los grupos de contacto indirecto.

En un grupo primario, según los expertos, se organizan y desarrollan vínculos personales directos. En este contexto, adquiere relevancia la personalidad y la formación desde edad temprana por eso aparecen aquí el núcleo familiar y el grupo de juego. En un grupo derivado, en cambio, se elaboran formas de agrupación influidas por las características que hayan tenido los grupos primarios, donde se divide el trabajo, hay contacto indirecto, etc. Así ocurre, por ejemplo, en empresas, asociaciones, agrupaciones políticas y otras entidades similares.