Investigar los significados del concepto de cuenca y repasar todas sus aplicaciones son actividades que nos permiten ampliar nuestros conocimientos y sorprendernos con las posibilidades de uso de esta palabra.
A través de la teoría descubrimos que, además de aprovechar la noción para describir a una zona rodeada de superficies altas y terrenos elevados este vocablo sirve para hacer alusión a las cavidades donde se localizan nuestros ojos. También son cuencas las escudillas de madera y los territorios con aguas que desembocan en un mismo océano, lago o río. En lugares como República Dominicana, además, se acostumbra decir que alguien está “en cuenca” cuando se encuentra en bancarrota, quebrado.
Ante esta diversidad de interpretaciones, podemos distinguir entre cuencas hidrográficas, las localidades distribuidas en el mundo bajo este nombre (hay sitios bautizados como Cuenca en España, Filipinas, Perú, Ecuador, Chile y Argentina), cuencas de disipación (para sacar del agua la energía cinética) y cuencas lecheras (tal como se conoce a las zonas donde se producen leche y derivados de este producto).
De profundizar la búsqueda de información sobre el tema, aprenderemos las características de las cuencas arreicas (aquellas donde el agua no llega a una red de drenaje porque se evapora o se filtra en el terreno), exorreicas (aquellas que drenan el agua al océano o mar) y endorreicas (conjunto de cuencas donde el agua llega a salares, lagunas o lagos sin conexión fluvial con el mar), sabremos qué es una cuenca de recepción, lograremos reconocer las particularidades de las cuencas sedimentarias y marcaremos diferencias entre las cuencas oceánicas y las llamadas cuencas de antepaís, por señalar algunas posibilidades.