Si uno busca en la práctica a qué refiere la sigla CSS encontrará que su uso trasciende el ámbito informático.

Más allá del lenguaje CSS que se define como Cascading Style Sheets, se puede identificar al club deportivo Club Sportif Sfaxien de Túnez, al acrónimo naval asociado a Confederate States Ship (hay buques identificados como CSS Virginia, CSS Alabama, CSS Shenandoah…) o pensar en el Counter-Strike Source si se es fanático de los videojuegos.

Hay, asimismo, una banda brasileña conocida como Cansei de Ser Sexy (CSS), una técnica que permite analizar imágenes a distintas escalas (Curvature Scale Space, CSS) y un código de cifrado que se emplea en el DVD de tipo comercial (Content Scrambling System, CSS).

Si nos centramos específicamente en el lenguaje de Cascading Style Sheets para crear y establecer la presentación de un documento que se estructura en XML o HTML, entonces encontraremos diferentes niveles y perfiles.

A fines de 1996, por ejemplo, apareció como alternativa a tener en cuenta el CSS1, que se dejó de utilizar en 2008, mismo año en el que perdió popularidad también el CSS2, que surgió en 1998 con el propósito de ampliar las funciones ofrecidas por la primera propuesta.

Con el tiempo entrarían en vigencia el CSS 2.1 (suma especificaciones y ofrece mejoras respecto al CSS2, que introdujo el concepto de “Media Types” y un soporte destinado a hojas de estilo de perfil auditivo, entre otras cuestiones) y el CSS3 (a diferencia del CSS2, se segmenta en módulos como “Color”, “Espacio de nombres” y “Selectores”, por señalar algunos a modo de referencia).