La acción y efecto de besar (tocar con los labios una superficie o parte del cuerpo de un ser vivo para demostrar cariño, amor, amistad o cortesía) se denomina beso.
Según sean sus características y el contexto en el que se dé, este acto que por lo general se lleva a cabo para saludar cuando uno llega o se retira de un sitio puede ser definido de distintas maneras.
En algunas culturas, se estila en el ámbito informal besar en una mejilla a una dama, mientras que en otras este rito también se aplica entre hombres. Hay países, incluso, en los cuales se acostumbra dar besos en ambas mejillas. El beso en la mano, por su parte, es un hábito antiguo y formal que tiene lugar entre las clases sociales más altas o entre quienes ostentan alguna clase de título importante.
En el plano afectivo, en cambio, las demostraciones de cariño se manifiestan con besos paternales en la frente o en la mejilla, besos en los labios, besos con lengua (también llamado francés), besos esquimales (en los cuales sólo intervienen las narices de dos personas), besos de mariposa (a través de las pestañas), besos burbuja (provocado al juntar los labios con los de otro individuo y, tras unos instantes, alejarse con la cabeza hacia atrás), besos pez (al succionar el interior de los labios de otra persona con el gesto típico de los peces) y con los llamados besos de vaca (acción basada en lamer la mejilla de la pareja).
El denominado beso de Judas (aquel que encubre traición), el beso volado (el cual se da a la distancia con sólo un gesto labial y se complementa con un ademán) y el beso de paz (a modo de reconciliación) son otros tipos de besos.