El preparado medicinal que se recomienda para ayudar a evacuar el vientre, en especial cuando la persona sufre estreñimiento, se define como laxante.
Más allá de los medicamentos que aparecen dentro de este grupo, es interesante saber que numerosos alimentos tienen la capacidad de funcionar como laxantes naturales. La banana (fruta también conocida como plátano), la manzana, la ciruela, la naranja, la zanahoria, la cebolla y el tomate son algunas de las alternativas a tener en cuenta a la hora de querer regular el tránsito intestinal.
En relación a los fármacos, es importante tener presente que algunos se administran por vía oral (como los laxantes osmóticos o hiperosmóticos, los laxantes estimulantes del peristaltismo intestinal, los laxantes lubricantes que ablandan las heces, los laxantes emolientes y los laxantes incrementadores del bolo intestinal) y otros se emplean, en forma de enema o supositorio, por vía rectal. La oferta al respecto, como se deduce de la información presente en este artículo, es muy amplia y se adapta a las necesidades y preferencias de cada individuo.
Al profundizar nuestros conocimientos sobre el tema, descubrimos asimismo la existencia de los laxantes de combinación, tal como se define a los medicamentos cuya fórmula fusiona múltiples ingredientes, provocando una combinación de efectos. Cuando, a raíz de una intervención quirúrgica, una intoxicación o un examen diagnóstico, se requiere que la persona evacúe el intestino lo antes posible, se suele hacer uso del laxante salino, un producto que facilita la expulsión de heces al suavizarlas y al estimular la digestión de proteínas y grasas.