Así como existen diferentes clases de empleos y modalidades de trabajo, es posible diferenciar a nivel mundial los tipos de jornadas laborales en función de la cantidad de horas que un trabajador debe cumplir a diario.

Si bien hay gente que trabaja más horas en comparación a otras personas, es posible marcar dos grandes categorías: la del trabajo de tiempo completo (considerado full-time, con un promedio que varía de acuerdo a la legislación de cada país pero que ronda las ocho horas o más por día) y la del trabajo de medio tiempo (part-time, entre cuatro y seis horas diarias aproximadamente). En ciertos sectores, además, hay regulaciones especiales para proteger a los asalariados que permiten tener jornadas reducidas de trabajo.

Al profundizar nuestros conocimientos sobre los horarios de trabajo que se deben cumplir, la realidad nos muestra que hay también individuos que tienen jornadas por turnos rotativos para no interrumpir la actividad ni suspender el servicio brindado (por eso los empleados alternan de manera semanal entre turnos de noche, mañana y tarde), otros que se desempeñan en jornadas de trabajo continuadas (con una interrupción mínima que no supera los treinta minutos para alimentarse y descansar brevemente) y personas que están sometidas a jornadas de trabajo partidas (con intervalos de, al menos, sesenta minutos de duración).

Cabe destacar por otra parte que hay jornadas nocturnas de trabajo y jornadas extraordinarias donde, según las leyes vigentes, el empleado debe cobrar doble por esas horas extras cumplidas, por ejemplo, en días festivos o en situaciones atípicas por motivos concretos que exigen un esfuerzo laboral especial.