La teoría presenta a la intertextualidad (una palabra que, al menos por el momento, no está incluida en el diccionario de la Real Academia Española) como el vínculo que un cierto texto, ya sea en su formato escrito o en su modalidad oral, mantiene con otros independientemente de su antigüedad o particularidades de estructura, extensión, estilo, registro, etc.
Al investigar este tema salen a la luz múltiples variantes que dan cuenta de las numerosas opciones que contempla la intertextualidad, algunas de las cuales describiremos a continuación para ayudarlos a saber más al respecto.
Una de ellas es la intratextualidad, una posibilidad que surge cuando un mismo autor desarrolla distintos textos, ya que estos comparten rasgos de estilo y elementos de construcción aún cuando aborden temáticas y contenidos diferentes. Por el contrario, la extratextualidad tiene la particularidad de relacionar textos creados por diversas personas, quienes plasman en sus escritos influencias o reminiscencias de otras obras, emparentándolas entre sí.
Otra categoría abarcada por la intertextualidad es la de hipotextualidad, un recurso que permite incorporar un texto en otro posterior sin hacer uso de la técnica del comentario. Es, en palabras del teórico francés Gérard Genette, inversa a la hipertextualidad.
Al hacer foco en la intertextualidad tampoco se puede dejar de mencionar a la interdiscursividad, una categoría también conocida como intermedialidad que da cuenta, de acuerdo a Cesare Segre, de un vínculo de carácter semiológico entre un texto de perfil literario y otras expresiones artísticas (como el caso de una canción, una pintura, una melodía, etc).