Un camino interesante para aprender sobre hidrocarburos sin ser especialista en cuestiones químicas es aprender cómo se clasifican, en función de las particularidades que posean, estos compuestos de carácter orgánico que surgen al combinar carbono con hidrógeno.
Hay muchas variables que determinan sus categorías. De tener en cuenta cómo son los enlaces entre los átomos de carbono, por señalar un caso puntual, podremos distinguir entre hidrocarburos alifáticos (sin anillo aromático y subdivididos en el grupo de los hidrocarburos saturados y en el de los hidrocarburos insaturados o no saturados) e hidrocarburos aromáticos (con, por lo menos, una estructura donde se cumple la llamada regla de Hückel).
Si hacemos foco en la clase de estructuras que pueden llegar a formarse, entonces adquieren relevancia los hidrocarburos acíclicos (con cadenas abiertas que, a la vez, pueden ser hidrocarburos ramificados que poseen cadenas laterales o hidrocarburos lineales si carecen de ellas) y los hidrocarburos cíclicos (de cadena cerrada, pueden segmentarse a su vez en policíclicos y en monocíclicos).
Cuando se hace alusión a los hidrocarburos sustituidos, en tanto, se le da protagonismo a los compuestos que, conservando la estructura de los hidrocarburos, poseen átomos de elementos diferentes al carbono y al hidrógeno. En este marco es posible analizar a los compuestos halogenados, donde hay átomos de halógenos integrando el grupo funcional.
Por último, se puede citar a los hidrocarburos platónicos, tal como se define a la representación molecular de geometrías de sólido platónico, cuyos vértices se reemplazan por átomos de carbono y sus aristas se sustituyen por enlaces químicos.