La gestación es un proceso emocionante, importante y único porque en esa etapa alguien o algo (un ser vivo, un proyecto, una empresa) se desarrolla durante un tiempo determinado y reúne en ese marco las condiciones necesarias para nacer, brotar, emerger o germinar.
No todas las gestaciones son iguales, duran lo mismo o tienen un resultado idéntico. Las alternativas son muchas, por eso desde este artículo intentaremos aportar datos interesantes y útiles que permitan descubrir cómo puede llegar a ser una gestación.
Si nos centramos en el ser humano, podemos encontrar casos donde un gran número de mujeres en edad fértil lleva adelante una gestación natural que, por lo general, avanza durante nueve meses y concluye con el nacimiento del bebé (en ocasiones el parto se adelanta, es decir, la gestación no cubre la cantidad de semanas considerada como normal). A veces, lamentablemente, la gestación se interrumpe de manera imprevista (fenómeno conocido como aborto espontáneo que puede desencadenarse, por ejemplo, por una gestación anembrionada). La gestación humana suele suponer el desarrollo de un feto por vez, aunque el organismo femenino bien puede soportar gestaciones múltiples (hay embarazos gemelares o de mellizos, así como hay mujeres que llevan en su vientre más de dos criaturas).
Por otra parte, hay que tener presente que, cuando una mujer no logra quedar embarazada de modo natural, puede realizar tratamientos para lograr la fecundación. Una de las técnicas de reproducción asistida se conoce como gestación de sustitución y es una alternativa que se basa en que alguien presta su cuerpo para que crezca en él un niño que no será su hijo, sino el de otras personas. Se pueden distinguir en este marco la subrogación gestacional o plena (la gestante no posee vínculo genético con el feto) y la subrogación con fines comerciales (la mujer gestante recibe compensación económica por su acción) o con fines altruistas (las motivaciones no son económicas).