El petróleo es una mezcla líquida de hidrocarburos que se genera de manera natural en el interior del planeta Tierra y que tiene una gran utilidad para el ser humano ya que permite obtener nafta, querosene (también llamado queroseno) y otros combustibles. Para extraer el petróleo y poder utilizarlo, es posible recurrir a diversos mecanismos.

La extracción convencional del petróleo se realiza mediante equipos de perforación que penetran en la superficie y acceden al subsuelo hasta alcanzar el yacimiento de hidrocarburos. Luego, a través de una bomba y de tuberías, se logra que el petróleo salga a la superficie para su almacenamiento y posterior refinamiento.

Otro tipo de extracción de petróleo suele denominarse como no convencional y se lleva a cabo cuando los hidrocarburos están separados entre sí. En este caso, se utiliza una tubería de acero conocida como casing y se inyecta una mezcla de arena, agua y diversos aditivos para lograr la estimulación o fracturación hidráulica. También llamada fracking, esta metodología suele ser cuestionada ya que puede contaminar los acuíferos y emitir numerosos contaminantes a la atmósfera.

Cuando el petróleo se obtiene del lecho submarino, el tipo de extracción se denomina offshore. Este método supone el uso de plataformas y buques especiales con estructuras que descienden hasta el fondo del océano y lo perforan para obtener el petróleo.

Es importante tener en cuenta que, en la extracción convencional, también pueden reconocerse diversos tipos de extracción de petróleo de acuerdo al método empleado. Se puede hablar del método a rotación y del método a percusión según el sistema elegido.