Quienes se especializan en Física definen como dipolo al sistema que se logra a partir de la unión de un par de entes físicos con cualidades o atribuciones opuestas o contrarias que se encuentran muy próximos entre sí. A este conjunto se lo enmarca en la categoría de dipolos eléctricos.
Los expertos en Mecánica, en tanto, señalan como dipolo magnético a la aproximación hacia el campo que genera un circuito cuando se advierte una distancia mayor respecto a las dimensiones que posee dicho circuito.
Distinta es la interpretación que se hace de este término en temas vinculados a la radiofrecuencia porque existen antenas bautizadas como dipolos que son útiles tanto para recibir como para transmitir ondas de radiofrecuencia.
La más sencilla de estas alternativas es el dipolo simple, pero también es posible trabajar con dipolos con formato de ‘V’ invertida y dipolos con brazos doblados hasta la mitad cuyos extremos están unidos.
De buscar más opciones, encontraremos dipolos de brazos plegados (ideales para ahorrar espacio porque se pliega de modo parcial una parte del extremo) y dipolos eléctricamente acortados (en cada uno de sus brazos hay un solenoide para acortar las dimensiones del equipo pero de este modo se resignan eficiencia, ancho de banda y otras cualidades de los dipolos originales). El dipolo elemental, por su parte, se caracteriza por ser un conductor por el cual logra circular una corriente alterna, mientras que el dipolo corto se logra con dos conductores de corta extensión que se alimentan desde el área central del dipolo en cuestión.