El concepto de divisa, en la vida cotidiana, puede surgir al conjugar el verbo divisar (“Desde su ventana divisa un hermoso paisaje”) pero también estar relacionado a las monedas de cada país para marcar la condición de una moneda extranjera en función de la unidad que rige en cierta nación.
En el campo de la Heráldica, además, se interpreta como divisa al mote o lema expresado en términos precisos y se aprovecha la idea para describir a la faja que posee la tercera parte de su ancho convencional.
De buscar otros usos y referencias que ayuden a conocer más en detalle las definiciones y aplicaciones de esta noción, ganan relevancia categorías como las de divisa punzó (tal como se conoció al distintivo rojizo de carácter político que, en Buenos Aires, impuso el caudillo Juan Manuel de Rosas a los federales) y Divisa Nova (nombre que identifica a un municipio de Brasil ubicado en el estado de Minas Gerais).
Cuando se habla de divisa supranacional, en tanto, se alude a las monedas globales que rigen la mayor parte de las transacciones del mercado financiero internacional. Hoy en día, las divisas más comunes a escala mundial son el dólar estadounidense, el euro y la libra esterlina, por mencionar varios a modo de referencia.
El Congreso Continental, al emitir un papel moneda tras la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, fue quien dio origen a la llamada divisa continental, una moneda que pronto perdió su valor. Durante la Guerra Civil Estadounidense, en tanto, el ejército utilizó divisas de diferentes colores.