Se define como cosmovisión a la forma de concebir, percibir e interpretar la realidad o el mundo de acuerdo a la etnia, la ideología o los modelos culturales de cada persona, grupo o pueblo.
La cosmovisión mapuche, por señalar un caso puntual, incluye al instrumento musical conocido como cultrún, un elemento fundamental para transmitirle a los más pequeños la cosmovisión que los caracteriza. Para ellos, el mundo es una especie de naranja por su forma y en este planeta sólo podemos observar una de sus mitades.
La cosmovisión andina entiende al tiempo como un proceso cíclico donde hay lugar tanto para el caos como para el orden mundial. El pueblo inca concebía al espacio en un nivel vertical y en otro horizontal: el primero, a su vez, lo segmentaba en tres planos (Hanan Pacha, Kay Pacha y Uku Pacha), mientras que el horizontal lo dividía en arriba y abajo (Hanan y Hurin).
También es posible distinguir a la cosmovisión wirrarika, donde se atesoran percepciones, conocimientos, apreciaciones e interpretaciones propias del pueblo huichol o Wixarica.
La cosmovisión maya, por su parte, presenta al mundo como una serie de elementos ordenados, relacionados entre sí e integrados en la naturaleza, donde cada ser completa al resto y se complementa con los demás.
La cosmovisión egipcia, en tanto, se respalda en la creencia de que las esculturas religiosas, a las que ellos adoraban en los templos, eran habitadas por los mismos dioses.
Más allá de estas especificaciones, es interesante tener en cuenta que estos modos de comprender el mundo y la realidad pueden clasificarse a nivel general como cosmovisiones filosóficas, cosmovisiones míticas, cosmovisiones científicas y cosmovisiones religiosas, de acuerdo a la temática predominante.