Dentro de la enorme variedad de árboles que embellecen y benefician al planeta aparece el cedro, un género que se caracteriza por ejemplares de gran tamaño, con ramas expandidas de manera horizontal y flores que en un comienzo son rojizas y después adquieren una tonalidad amarilla.

De acuerdo a algunos expertos en Botánica, se reconocen cuatro especies (Cedro del Himalaya, Cedro de Chipre, Cedro del Atlas o Atlántico y Cedro del Líbano), aunque otros sostienen que en realidad son tres ya que ubican al Cedro de Chipre como una especie emparentada con el Cedro del Líbano, localizado en bosques de áreas montañosas y famoso por la calidad, el aroma y la fortaleza de su madera.

Al buscar más precisiones para aprender más sobre este tema, logramos saber que en Costa Rica se identifica como cedro blanco (también conocido como amargo) a un árbol propio de clima seco y sitios con buen drenaje que se caracteriza por tener una madera resistente y de aroma fuerte. El cedro dulce (o colorado), por su parte, se desarrolla bajo condiciones climáticas húmedas y en zonas de altitud media.

El cedro de la India, en tanto, suele aprovecharse con fines ornamentales, así como el denominado cedro macho, gracias a las cualidades de su madera, se destina a actividades relacionadas con la construcción.

En suelo argentino, en tanto, se reconoce al cedro de Misiones, del cual se identifican numerosas clases con ínfimas diferencias entre ellas. Estos árboles suelen ser parte del paisaje cercano a los ríos Uruguay y Paraná.