Se conoce como bautismo o bautizo a los ritos de purificación que se llevan a cabo de diferentes maneras de acuerdo a las creencias y preceptos de cada religión. Para el cristianismo, por ejemplo, es el primer sacramento, que tiene la particularidad de otorgar el carácter de cristiano y conceder la gracia.
A nivel religioso se contemplan numerosas modalidades de bautismo. Incluso, por fuera de los cultos y las cuestiones de fe se aprovecha la noción para dar idea de iniciación. Por ejemplo: “bautismo de sangre” (cuando alguien es herido o agredido por primera vez en el marco de un enfrentamiento o combate), “bautismo de fuego” (debut de alguien en cierta actividad, por citar un ejemplo: “El juvenil tendrá su bautismo de fuego el próximo domingo, cuando integre el equipo titular en reemplazo del delantero lesionado”).
Dentro del catolicismo, en cambio, aparecen como alternativas el “bautismo de caridad” (o “bautismo de deseo”, para casos en los cuales el deseo alcanza para conceder la salvación en situaciones límite) y el “bautismo in voto” (cuando se obtiene la gracia del bautismo sin haber recibido el sacramento). También se incluye al “bautismo de sangre”, para describir al que reciben quienes fallecen en nombre de Dios sin haber recibido en vida el sacramento.
Resulta interesante señalar además que los laicos, por su parte, hacen una ceremonia para darle la bienvenida al niño recién nacido que suele definirse como “bautismo civil”.
Otras modalidades: bautismo por aspersión, bautismo por inmersión (quien se bautiza se sumerge por completo en el agua), bautismo por derramamiento, bautismo en el Espíritu Santo, etc.