A las estructuras geológicas que hacen que el petróleo (producto del cual ya ofrecimos información de interés en un artículo anterior de Tipos.com.mx) se acumule y se concentre sin chances de distribuirse en la zona se las conoce como trampas petrolíferas. En los párrafos siguientes, describiremos diversas clasificaciones que dan cuenta de las diferentes particularidades que pueden presentar estos sitios en su conformación.
Al analizar estos espacios ricos en petróleo, dicen los expertos, existe la posibilidad de establecer la existencia de una trampa estratigráfica. Esta clase de estructura surge cuando algunas capas que integran una serie estratigráfica son impermeables e impiden que el petróleo fluya.
Las trampas estructurales, por su parte, pueden desencadenarse por cuestiones tectónicas. Algunas de ellas aparecen como consecuencia de una falla, mientras que otras surgen a raíz de pliegues anticlinales. Asimismo, hay trampas petrolíferas estructurales que se producen por bases cercanas a los domos salinos.
Resulta interesante resaltar que, en ciertas ocasiones, pueden llegar a localizarse trampas petrolíferas mixtas, es decir, espacios que se generan al combinarse trampas estructurales con trampas estratigráficas.
De analizar con mayor profundidad estas superficies, encontraremos además otra categoría que diversifica al conjunto de las trampas de petróleo: la trampa de rocas bituminosas, también conocidas como esquistos bituminosos. Se trata de rocas que, por lo general, presentan composición arcillosa y tonalidad oscura y en su interior contienen niveles variables de petróleo. Para obtener este recurso, las rocas son trituradas, se las somete a un proceso de combustión y, a partir de esos tratamientos, se procede a extraer el material.