Se conoce como tuerca al elemento con rosca que sirve para sujetar y mantener firme a un tornillo acorde al formato y tamaño de cada pieza. A fin de ayudarlos a saber más sobre este producto muy empleado a nivel cotidiano (no es necesario, por ejemplo, ser un experto en Mecánica para trabajar con ellas y reconocerlas), a continuación describiremos distintas clases de tuercas.
Las más comunes a la hora de fijar algo son las tuercas hexagonales. Hay, en este grupo, distintas alternativas para abarcar todas las posibilidades y necesidades, por eso es interesante tener presente que se pueden solicitar tuercas rebajadas o normales, o bien tuercas hexagonales ciegas (aprovechadas cuando se necesita dejar la estructura a la vista) o tuercas hexagonales con brida (con rol de arandela, que puede ser plana o tener un diseño estriado). Las tuercas hexagonales almenadas son propuestas ideales para casos donde se necesitan uniones firmes y seguras.
Además de ellas se pueden conseguir tuercas cuadradas (suelen utilizarlas en gran medida los carpinteros ya que esta pieza puede ajustarse sin riesgo a desplazamientos y ser girada sin que sea necesario el uso de una llave).
Las tuercas cilíndricas o redondeadas, por su parte, son consideradas para trabajos puntuales donde haya que fijar un rodamiento a un eje. Para ajustarlas o aflojarlas, se deben usar herramientas específicas.
Las tuercas de ajuste manual, en cambio, abarcan piezas como las tuercas de mariposa y las tuercas de cáncamo, dos alternativas que pueden enroscarse y desenroscarse con las manos, es decir, sin que haga falta un implemento preciso.