Uno de los productos más fáciles de reconocer por personas de todas las edades debido a su uso masivo es la toalla. Este artículo reservado a la higiene está presente en hogares, colegios, centros hospitalarios, peluquerías, etc.

Si uno presta atención al uso práctico de este concepto no tardará en advertir la existencia de numerosas variedades de toallas. Aquellas que se utilizan a diario para secar alguna parte del cuerpo, por ejemplo, se subdividen en las categorías de toallas de mano (de menor tamaño respecto a las demás), toallas de pie (para tener una superficie para pisar con los pies mojados) y toallas de baño (también conocidas como toallones, generalmente usadas después de tomar una ducha), aunque el listado es más extenso.

Es posible encontrar, asimismo, toallas de playa (aprovechadas no sólo para secar el cuerpo tras un baño en el mar sino también para recostarse en la arena), toallas compactadas, toallas de papel (descartables), toallas de bebé con capucha, toallas con detalles artesanales como bordados y toallas sanitarias (identificadas además como compresas higiénicas).

Dentro de casi todas estas alternativas, podemos reconocer subgrupos en función del diseño y las particularidades de cada pieza. Así, entonces, logramos distinguir a las toallas de un único color frente a otras que poseen más de una tonalidad; a las toallas con diseños temáticos (hay toallas estampadas con los escudos de clubes de fútbol, con personajes infantiles, con imágenes de paisajes, etc) y a las toallas personalizadas (aquellas que incluyen algún bordado o estampado relacionado a quien la va a utilizar).