Al ser el concepto de tic una palabra con más de un significado, resulta importante informarse acerca de sus definiciones y aplicaciones para poder hablar con propiedad sin riesgos a equivocaciones.
Su uso más común, como sabrán muchos de ustedes, permite describir a los movimientos o reacciones reiteradas que se llevan a cabo de manera involuntaria. Por otra parte, en los últimos años cobró fuerza la idea de TIC vinculada a cuestiones informáticas por ser la sigla correspondiente a Tecnologías de la Información y la Comunicación.
De centrar la atención en los síntomas y cuadros que puede presentar el ser humano, podremos establecer varias categorías para catalogar a cada tic de acuerdo a las características que presente.
Hay quienes, por ejemplo, sufren tics crónicos múltiples. En este conjunto entra en juego el llamado síndrome de Tourette, un trastorno de raíz neuropsiquiátrica que engloba diferentes tics, tanto temporales como crónicos y de orden vocal, sensorial y físico.
Más allá de cuál sea el movimiento espontáneo imposible de controlar o frenar, hay que tener en cuenta que los tics pueden clasificarse como simples (aquí entran los cuadros que afectan a una cantidad específica de músculos) o complejos (donde intervienen varias zonas del cuerpo).
En relación a las TICs entendidas como tecnología, por otra parte, se pueden marcar como categorías fáciles de identificar a las TICs de almacenamiento (reflejadas en los dispositivos USB, por ejemplo); a las TICs de comunicación (módemos, bluetooth, etc); a las TICs sensoriales (micrófonos, cámaras) y a las TICs de despliegue (impresoras, parlantes), entre otras.