Se define como sugerencia a todo consejo, insinuación y proposición que se da como opción sin llegar a constituir una orden.
En todos los contextos y ámbitos pueden existir sugerencias, algunas más específicas y técnicas que otras. De ahí que sea un término de alcance amplio sujeto a numerosas clasificaciones.
En la mayoría de los casos, las sugerencias son positivas y buscan optimizar o mejorar un proceso o situación. En este sentido, se pueden realizar sugerencias gastronómicas para que una comida quede más rica y compartir en un foro sugerencias vinculadas a cómo armar una fiesta de cumpleaños original sin necesidad de invertir demasiado.
Claro que también pueden aparecer sugerencias negativas con finalidad difamatoria o generadas sólo por el deseo de incomodar, molestar o dañar a algo o a alguien. En este marco, se pueden considerar como sugerencias negativas los comentarios que se dejan en una red social (“Te sugiero que te busques un trabajo y eduques a tus hijos en vez de perder tiempo con el Facebook”), que se envían a diversos medios de comunicación o que se publican en diferentes tipos de páginas web (“Les sugiero no creer en lo que dice este comunicador, inventó toda esta farsa para perjudicar a la actriz”).
Asimismo, claro está, hay sugerencias más útiles y constructivas que otras y focalizadas en cuestiones o temáticas determinadas con particularidades que las vuelven únicas frente al resto, como sucede al hablar de sugerencias literarias, sugerencias laborales, sugerencias económicas y sugerencias familiares, por mencionar algunas alternativas a modo de ejemplo.