Se conoce como dato a aquella información que se necesita para conocer algo de forma exacta o para deducir las consecuencias de un hecho. Con el avance de la tecnología, este concepto vio ampliado su significado ya que, a nivel informático, un dato es una referencia que se ingresa para ser interpretada por el ordenador.

Esta noción, por lo tanto, puede agruparse hoy en día en múltiples segmentos y tener atribuidas distintas acepciones. A los datos informáticos ya descriptos, pues, se pueden agregar categorías como las de los datos filiatorios (aquellos que apuntan a averiguar los orígenes de un determinado individuo), los datos personales (referentes a la identidad, estado civil, nacionalidad, docimilio, etc. de quien responde un cuestionario o completa un formulario), los datos del tiempo (vinculados a la descripción del clima y al pronóstico meteorológico) y la de los datos estadísticos (cifras que se desprenden de sondeos, encuestas e informes elaborados a fin de conocer al detalle un determinado asunto).

Además de los mencionados, existen datos biométricos (aquellos que derivan de métodos creados para el reconocimiento único de seres humanos a partir de rasgos físicos o conductuales exclusivos del individuo), datos económicos (relacionados a las finanzas), datos primarios (los cuales se obtienen de forma directa), datos secundarios (aquellos que surgen a partir de relevamientos generados por otra fuente), datos empíricos (grupo impulsado por las percepciones sensoriales), datos técnicos (aquellos que refieren a características y propiedades de un objeto en cuestión) y datos teóricos (consecuencia de leyes o postulados), entre muchos otros.