Se define como soledad a la falta de compañía (algo que puede ocurrir por voluntad propia o bien por no tener con quién compartir la vida) y a la sensación que genera un sitio deshabitado o desierto. Esta palabra, a su vez, se aprovecha como nombre de mujer (así se llaman, por ejemplo, la actriz Soledad Silveyra y la cantante Soledad Pastorutti) y para bautizar lugares de diversos rincones del mundo, tales como municipios, ciudades, barrios, etc.

Hay, además de las alternativas mencionadas líneas arriba, telenovelas, materiales cinematográficos, libros y canciones inspirados en la idea de soledad, así como una advocación religiosa que se conoce como Virgen de la Soledad.

De hacer foco en la noción de soledad entendida como la ausencia de personas a nuestro alrededor, la predilección por realizar actividades de manera solitaria o como el estado de sentirse solo, entonces podremos identificar múltiples categorías que la aportan precisión al vocablo. En este marco, adquieren relevancia los conceptos de soledad situacional (por no coincidir con gente conocida por uno en un mismo lugar o momento, tal como sucede al viajar, al perder un familiar, etc), de soledad emocional (sentirnos solos pese a tener compañía física), de soledad social (estado que se experimenta cuando se carece de un grupo de amigos o, por alguna razón, se limitan los vínculos sociales) y de soledad existencial (expresión que alude a la introspección y a la incapacidad para transmitir todo lo que uno siente, experimenta, necesita y piensa), por mencionar algunos a modo de referencia.