Cuando algo o alguien es sustituido o reemplazado, se habla de reemplazo. Estas suplencias, como sabrán muchos de ustedes, pueden llevarse a cabo en múltiples ámbitos, necesitarse por diferentes factores y desarrollarse bajo diversas modalidades (Por ejemplo: “Estoy haciendo un reemplazo, la semana próxima regreso a mi labor habitual”, “Llamó a la agencia para buscar un reemplazo de último momento”, “Están buscando un reemplazo para el director actual”, “Entra Godoy en reemplazo del jugador lesionado”).
En el plano militar, por ejemplo, se habla de reemplazos cuando se renuevan de manera parcial los integrantes del Ejército o al entrar en servicio un soldado en lugar de otro compañero.
En un contexto médico, en cambio, se puede hacer referencia al reemplazo total de cadera, al reemplazo de la válvula aórtica, a la terapia de reemplazo hormonal (diseñada para la etapa de la menopausia) y a las terapias de reemplazo renal, entre otras posibilidades.
En los deportes, asimismo, se suele mencionar la idea de reemplazos cuando un entrenador debe cubrir con un jugador suplente el puesto vacante dejado por otro deportista a raíz de una lesión u otro problema que le impide jugar como titular.
De ampliar la visión y extender el uso de esta noción, se encontrarán numerosas posibilidades de reemplazos, ya sea a nivel nutricional (al reemplazar unos alimentos por otros por razones de salud) o tecnológico (al reemplazar, por ejemplo, elementos electrónicos por otras piezas similares) como así también a nivel laboral (para poder, por un tiempo determinado, cubrir con un empleado la licencia o ausencia de otro y evitar así complicaciones).