El concepto de pop suele utilizarse como adjetivo para describir a un género musical caracterizado por combinar detalles de la música folclórica originada en suelo británico con el estilo propio de la música negra. Asimismo, se aprovecha en otros contextos para individualizar a una corriente artística nacida en Reino Unido y potenciada en territorio estadounidense durante la década del 50 que halla inspiración en instantáneas de medios de comunicación capaces de reflejar algo de la cultura popular.
Cabe resaltar que, además del Pop Art (o Arte Pop, si se traduce la frase al español) y de la música pop (donde las raíces pueden fusionarse con otros estilos y dar lugar a múltiples subgéneros, como los casos del dance-pop; el pop punk; el teen pop; el pop latino; el indie pop; el pop rock; el tecno-pop de esencia futurista donde se aprovechan las cajas de ritmo y los sintetizadores en vez de los instrumentos acústicos; el electropop; el sunshine pop; el tropipop de sello colombiano que propone una curiosa mezcla de vallenato, merengue, pop-rock y salsa; y el pop experimental, por citar algunos), existen muchas otras cuestiones que amplían el alcance de este término.
Hay, por mencionar otros ejemplos, trabajos discográficos y canciones de diversas bandas que han sido bautizados como “Pop” (así lo han hecho, entre otros, U2, La Oreja de Van Gogh, Los Planetas y Candy 66), así como también expresiones que se popularizaron bajo la sigla POP (como los casos del protocolo Post Office Protocol y los Compuestos Orgánicos Persistentes o Persistent Organic Pollutants, en su idioma original).